C
onsiderado uno delos países con mejores condiciones de vida, Dinamarca vive una verdadera revolución. En este caso, no se trata de una revuelta política que haga caer su democracia parlamentaria o su moderada monarquía, sino por el uso de dos medicamentos contra la obesidad. Se trata de Ozempic y Wegovy, dos tratamientos que viven un verdadero boom en su uso para la pérdida de peso que son fabricados por Novo Nordisk, la farmacéutica de bandera danesa especializada en diabetes. Es tan grande el impacto del uso de estos dos fármacos en el planeta, incluyendo a la Argentina, que en su país de origen el laboratorio está empujando la economía a niveles pocas veces visto, pese a no producir gran parte de estos productos en territorio dinamarqués. Este costado poco explorado del fenómeno de estos medicamentos comenzó a hacerse notar, en especial luego de una nota que explora esa faceta, que incluye la compra realizada por la firma de una farmacéutica rival. “Nunca hemos estado en una situación como esta en Dinamarca antes, donde una sola empresa ha tenido un papel tan grande”, dijo Jens Naervig Pedersen, economista en Danske Bank. El año pasado, dos tercios del crecimiento económico de Dinamarca se podían atribuir a la industria farmacéutica, afirmó Jonas Dan Petersen, asesor principal en la agencia de estadísticas nacional de Dinamarca, que no proporciona datos específicos de la empresa. “Sin la industria farmacéutica, casi no hubo crecimiento” en la producción económica en el primer trimestre de este año en comparación con el año anterior, agregó Petersen. La economía danesa creció un 1,9 por ciento en ese período, y 1,7 puntos porcentuales de eso fueron aportados por la industria farmacéutica. Ambos testimonios fueron recolectados por la CNN en Español, y muestran el impacto inesperado del uso de estos tratamientos inyectables pensados para la diabetes y ahora se volvieron la esperanza de millones de personas para perder peso, pese a las advertencias de los especialistas sobre efectos adversos y expectativas desmedidas respecto de su efectividad.
El impacto del crecimiento económico de Novo Nordisk por la venta de estos dos medicamentos empuja no sólo a su expansión, sino que mejora la situación de Dinamarca, al punto que en las últimas semanas, el valor de mercado de la farmacéutica ha superado el tamaño de la economía danesa. Su precio de acción en alza lo ha convertido en la segunda empresa pública más valiosa de Europa, después del grupo de artículos de lujo LVMH. Durante mucho tiempo, Novo Nordisk se centró casi exclusivamente en abordar la diabetes. Pero sus nuevos medicamentos para la pérdida de peso son ahora recetados ampliamente, especialmente en Estados Unidos. Sus ganancias aumentaron un 45 por ciento hasta 39 mil millones de coronas danesas, alrededor de 5.700 millones de dólares, en la primera mitad del año, impulsadas por la demanda de los medicamentos. Son tan exitosos que la compañía está luchando por mantenerse al día con la demanda y está limitando los suministros en Estados Unidos mientras intenta aumentar la producción. Aunque la industria farmacéutica de Dinamarca ha tenido un impacto sustancial en los datos de crecimiento económico, no ha habido un aumento correspondiente en el empleo. En los últimos cinco años, la industria ha agregado 3,4 puntos porcentuales al crecimiento de Dinamarca, pero solo 0,1 puntos al empleo, señaló Petersen. Por eso es útil proporcionar desgloses adicionales en los datos económicos. “Es especialmente difícil para los economistas que intentan analizar el ciclo económico, porque significa que los datos del PBI no son una ‘buena señal’ para el ciclo económico general en Dinamarca”, agregó. Algunos economistas en Dinamarca temen que el país pueda volverse demasiado dependiente de Novo Nordisk, con comparaciones preocupantes con el destino de la economía finlandesa cuando Nokia perdió su dominio en la industria de los teléfonos móviles. En medio de este exitoso presente, Novo Nordisk ha anunciado la compra de la empresa Embark Biotech, que trabaja en la supresión del apetito, a cambio de un máximo de 471 millones de euros, incluyendo un pago inicial de 15 millones en efectivo, con la opción de hasta 456 millones en función de una serie de posibles hitos comerciales, regulatorios y de desarrollo. Según el acuerdo de adquisición de Embark Biotech, Novo Nordisk recibe todos los derechos para desarrollar y comercializar el principal activo del laboratorio, dirigido a la obesidad y otras enfermedades cardiometabólicas.
A comienzo de agosto, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó el registro del medicamento Wegovy, abriendo su uso en el país. Ante esto, el titular de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO), Jorge Harraca, advirtió que "no hay soluciones mágicas" para esta enfermedad como podría interpretarse de "algunas publicaciones de profesionales de la salud en redes sociales" respecto a nuevos fármacos, el balón gástrico o la cirugía bariátrica, tratamientos que son "herramientas" que contribuyen a la solución, que es "el cambio de alimentación y estilo de vida". "Desde la SACO, una entidad integrada por todas las disciplinas involucradas en el tratamiento de la obesidad -incluidas clínica, nutrición y salud mental-, vemos con preocupación algunas publicaciones de profesionales de la salud en redes sociales que transmiten expectativas exageradas en relación con el tratamiento de la obesidad mediante nuevas alternativas", dijo la entidad a través de un comunicado. En diálogo con la agencia Télam, Harraca explicó que "la obesidad no es un problema del estómago, sino que es un problema de los malos hábitos alimenticios y del comportamiento de vida moderno, que ha hecho que seamos muy sedentarios, que estemos bajo presión permanentemente y busquemos muchas veces la gratificación a través de la comida". "El problema no es comer -que es totalmente necesario y placentero- sino que lo hacemos mal y si eso lo incorporamos dentro de los hábitos de vida poco saludables y lo vamos repitiendo cotidianamente, con el tiempo puede hasta llevarnos a la obesidad", agregó. Harraca dijo que el sobrepeso "tiene distintos grados" y que en determinado punto "deja de ser un problema de imagen o de autoestima, para pasar a hacer una enfermedad" como es la obesidad que puede ir acompañada de "diabetes e hipertensión que alteran la calidad de vida y muchas veces reducen la expectativa de vida". Ante el diagnóstico de obesidad, "la solución no es tomar un medicamento, ponerse un balón, o hacerse una cirugía" sino "cambiar y sostener hábitos alimentarios y de vida sanos, acompañado de alguna herramienta o una combinación de ellos".