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rcturus es el nombre de la última variante de Ómicron, y según sus características podría repotenciar la pandemia de coronavirus. Sin en embargo, hasta ahora la tendencia sobre la crisis sanitaria sigue yendo hacia una salida, ya que incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya estudia el final de esta etapa. Esto incluye una definición sobre la vacunación, clave para llegar a esta realidad, y que ahora podría dejar de ser centrales la estrategia contra el covid-19. En el país, ya se estudia dejar de aplicar dosis de refuerzo a personas que no estén en los grupos de riesgo, como ya anunció Mendoza. En tanto, versiones periodísticas adelantan que el Consejo Federal de Salud (COFESA) dará definiciones en estos días al respecto. En este sentido, según publica el diario La Nación, hasta ahora lo óptimo “es aplicar a los adultos un tercer refuerzo (quinta dosis) a los cuatro meses, pero no se hizo referencia a cómo debe continuar la vacunación luego de dicho refuerzo”. Por su parte, desde el ministerio de Salud porteño informaron que la recomendación es vacunarse “cada seis meses para todos los mayores de 18 años”. En tanto, desde la cartera sanitaria bonaerense remarcaron que ellos “aguardarán los lineamientos del COFESA”. Los especialistas analizan la situación de la vacunación, ya que muchas dosis podrían vencerse sin ser usadas. En la Argentina, según el último Boletín epidemiológico nacional (semana del 10 de abril), hubo solo nueve fallecidos en todo el país por el coronavirus.
Por estos días, está abierto el debate respecto de la vacunación contra el coronavirus, y desde el COFESA esperan dar definiciones en breve. La última comunicación oficial vinculada a esta cuestión, y que es la recomendación vigente, se realizó en octubre del año pasado donde se informó que “las autoridades de las carteras sanitarias de todo el país, reunidas en el COFESA, acordaron habilitar la aplicación del tercer refuerzo (quinta dosis) de la vacuna contra Covid-19 para quienes hayan recibido el segundo hace 120 días o más. En este sentido, la ministra detalló que la aplicación del tercer refuerzo priorizará a quienes tienen 50 años o más y a aquellos que presenten condiciones de riesgo, para luego continuar con el resto de la población”. Jorge Geffner, titular de la cátedra de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del CONICET, repasa que en la Argentina los chicos de seis meses a dos años se dan solo un primer refuerzo. Es decir, primera y segunda dosis (esquema inicial) y luego un primer refuerzo. Entre los tres y 11 años se da un primer refuerzo y un segundo refuerzo (cuatro dosis). Luego, entre los 12 y 17 años es el mismo esquema, y para los adultos se usan tres refuerzos, es decir, cinco dosis. “El punto es cómo sigue hacia adelante. ¿Qué pasa con las personas adultas sin comorbilidades? No está claro eso, ni en la Argentina, ni en mundo. Yo creo que, para la población adulta hasta 60 años sin comorbilidades lo lógico sería dar un refuerzo anual. Ahora bien, si la persona es inmunodeficiente ahí sí tendrá que reforzar con mayor frecuencia”, opina Geffner. En marzo pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había modificado sus recomendaciones sobre las vacunas contra el Covid-19. ¿Qué sugirió? Que las poblaciones de alto riesgo reciban una dosis adicional 12 meses después de su último refuerzo. Pero aclaró también que “todas las recomendaciones de vacunas contra el Covid-19 tienen un límite de tiempo y se aplican solo al escenario epidemiológico actual”.
Elena Obieta, infectóloga miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, señala que la recomendación del Ministerio y de la Comisión Nacional de Vacunas es volver a inocular cada seis meses desde la última aplicación a las personas mayores de 50 años y a aquellas con comorbilidades. Pero resalta que no hay evidencia para vacunar a los menores de 50 sin comorbilidades cada seis meses, aunque al mismo tiempo remarca que no generaría ningún perjuicio para la salud vacunarse “de más”. Por su parte, el infectólogo y epidemiólogo Hugo Pizzi indica que el criterio a seguir es que todos se vacunen cada seis meses. “Creemos que la vacuna bivalente contra el coronavirus como refuerzo va a durar un año. Pero por ahora no todos están recibiendo la bivalente”, detalla Pizzi. Mientras que, Daniela Hozbor, directora de grupo en el Laboratorio VacSal de la Universidad Nacional de La Plata e investigadora principal del Conicet, cree que la frecuencia con la que habrá que inocularse estará atada a la situación epidemiológica. “Se está trabajando en determinar cuál será el objetivo. La Organización Mundial de la Salud está considerando que a la población de mayor riesgo, que son los adultos mayores, personas con comorbilidades, embarazadas y personal de salud, debería aplicarse una vacuna cada seis meses y la población general cada 12. Creo que se debe considerar cómo podemos maximizar los recursos para tampoco perder de vista todas las otras enfermedades prevenibles con inmunovacunación. Actualmente las coberturas de vacunas de enfermedades más tradicionales son muy baja”, advierte la especialista. Sin embargo, si bien es fundamental saber cuáles serán los pasos a seguir, cabe remarcar que aún hay muchas personas que no completaron los refuerzos correspondientes. De hecho, solo 2.000.000 de personas se aplicaron el tercer refuerzo (quinta dosis) y 8.200.000 se aplicaron el segundo refuerzo.