C
on síntomas comunes y parecidos, las enfermedades respiratorias son difíciles de diferenciar entre los pacientes. En pandemia, todos los cuadros eran sospechosos de Covid-19, porque la circulación viral era absolutamente clara a favor del coronavirus. Pero en el actual brote, hay varias patologías luchando por la hegemonía: gripe estacional, influenza, gripe A, neumonía, bronquiolitis y hasta faringitis aguda. Ante esto, los especialistas afirman que un buen diagnóstico es clave para frenar el pico de contagios, y mejorar el tratamiento, ya que usar antibióticos en una infección viral no sólo es inútil, sino peligroso, ya que fomenta la resistencia microbiana. “Es importante destacar que tanto el VSR como el virus de la gripe, no solo pueden causar las clásicas manifestaciones respiratorias que conocemos (tos, fiebre, congestión nasal, dolor de garganta, dolores de cabeza y de los músculos) sino también eventos cardiovasculares y deterioro de enfermedades como la diabetes, las enfermedades respiratorias y cardíacas crónicas, entre otras”, indicó Francisco Nacinovich, jefe de Infectología y Control del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). Desde la entidad señalan que el 80 por ciento de estas infecciones son de origen viral, algunas son de causa mixta (virus y bacterias) y con menos frecuencia, tiene un origen exclusivamente bacteriano. Son enfermedades contagiosas que se propagan rápidamente, principalmente a través de las partículas eliminadas al hablar, toser o estornudar; aunque también se pueden transmitir por contacto (con la cara o las manos de personas enfermas, o al tocar superficies contaminadas) o por aerosoles respiratorios infecciosos a corta distancia.
Luego de una meseta, las enfermedades respiratorias comenzaron a repuntar nuevamente, y hoy vuelven a poner al borde del colapso a los sistemas de salud. Muchas de estas consultas pueden salvarse si el diagnóstico inicial es eficaz, y evita nuevas visitas a los centros asistenciales. “Por suerte existen diferentes tipos de testeos para poder diagnosticar las enfermedades respiratorias que son solicitados por los profesionales de salud. Es importante que se realicen, no sólo para saber qué microorganismo (virus o bacterias) tiene el paciente, sino para indicarle un tratamiento adecuado y, en caso de personas de riesgo, evitar complicaciones. Generalmente se realizan hisopados en la nariz, que se envían al laboratorio para su estudio, y poder orientar al paciente, darle pautas de alarma y cuidados, indicar el tratamiento adecuado y evitar el uso de antibióticos que, en el caso de las infecciones causadas por virus, no tienen ningún efecto y hasta pueden ser dañinos si no están claramente indicados”, explicó Nacinovich, en una nota con el portal Infobae. El especialista también hizo hincapié en la necesidad de aumentar la tasa de pruebas diagnósticas en el país: “Actualmente, en Argentina la tasa de testeo es muy baja. Sin embargo, este es un hábito que se debe promover dentro de la comunidad médica ya que los recursos existen y pueden mejorar el abordaje y tratamiento de las personas que cursan una infección respiratoria, evitando así mayores consecuencias”, agregó.
Además, Nacinovich enfatizó en la importancia de tener las vacunas al día, ya que fortalecen el sistema inmune y evitan las complicaciones que pueden ocurrir; por ejemplo la vacuna de la gripe previene la ocurrencia de infartos en el corazón. En cuanto a la prevención en el ámbito de atención de la salud, las medidas son vitales para la seguridad de los pacientes, los trabajadores de salud y el medio ambiente. “Ante algún síntoma de enfermedad respiratoria, el uso de tapabocas, el lavado de manos frecuente, la ventilación de los ambientes (10-15 minutos varias veces en el día, sobre todo cuando transitan muchas personas por el mismo espacio), y estornudar o toser en el pliegue del codo son medidas muy simples que tienen un enorme impacto en la disminución de la transmisión de las infecciones respiratorias”, afirmó. En una era de enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, la implementación de medidas de prevención y control durante la atención sanitaria, como el lavado de manos frecuente, la detección temprana de la infección, las precauciones inmediatas de aislamiento, la ubicación apropiada de los pacientes y la ventilación de los ambientes, son esenciales para contener y mitigar las repercusiones de los microorganismos que pueden constituir una amenaza de salud pública de grandes proporciones.